Las leguminosas son en general alimentos muy completos, debido a que en su composición se incluyen nutrimentos como:
Proteínas.
Constituyen aproximadamente del 19% al 36% de su peso. Son de buena calidad nutricional aunque carecen de metionina y cisteína, dos aminoácidos que contienen los cereales. De ahí la importancia de combinar ambos grupos.
Este grupo de alimentos posee como macronutrimento principal a los hidratos de carbono complejos que se encuentran en forma de almidón, además, son de digestión lenta, lo cual ayuda a sentir saciedad por más tiempo.
Además de aportar macronutrimentos, las leguminosas también son una excelente fuente de vitaminas, minerales y fibra.
Las leguminosas son una gran fuente de minerales como potasio, magnesio, fósforo, zinc y hierro; en cuanto a las vitaminas, contienen vitamina B1, B3, B6 y ácido fólico.
Fibra.
Las leguminosas tienen un alto contenido de fibra que beneficia a la microbiota y el tránsito intestinal.
Las leguminosas contienen altas cantidades de hierro (Fe), lo que las convierte en un alimento muy importante para reabastecer las reservas de este mineral en el organismo y prevenir la anemia.