Los lácteos son una fuente importante de proteínas de alta calidad, lactosa, vitaminas A, D, B2 y B12, y minerales como el calcio y fósforo.
El calcio de los lácteos se absorbe mejor que el de otros productos pues la lactosa, la caseína y la vitamina D que contienen ayudan a su absorción.
Algunos ejemplos son:
(Martínez y Pedrón, 2016).
El yogurt es un producto fermentado obtenido por la acción de bacterias como streptococcus termophilus y lactobacillus bulgaricus, también llamados probióticos, que ayudan a la salud intestinal.
Tiene menor cantidad de lactosa por lo que puede ser una buena alternativa para las personas que son intolerantes a esta.
(Carbajal, 2013).