Los alimentos de origen animal se caracterizan por aportar proteína de alto valor biológico, es decir, que contiene todos los aminoácidos esenciales, por lo que las proteínas pueden ser utilizadas totalmente por el organismo.
(Carbajal, 2013).
Las proteínas de los alimentos de origen animal tienen mayor valor biológico que las de origen vegetal, porque su composición en aminoácidos es más completa, por lo tanto, más parecida a las proteínas corporales.
Esto quiere decir que si las proteínas carecen de algún aminoácido esencial, su valor biológico disminuye.
(Carbajal, 2013).