Funciones de los electrolitos.

Los electrolitos son moléculas que tienen diferentes funciones en el organismo, como:

1. Mantenimiento de la osmolaridad: Mantienen la concentración de solutos del líquido dentro y fuera de la célula.

2. Impulsos nerviosos: Producen y propagan la corriente eléctrica.

3. Función endócrina: Por medio de la secreción de hormonas que ejerzan una función en todo el cuerpo.

Electrolitos que intervienen en esta función:

  • Sodio.
  • Cloro.
  • Potasio.
  • Iodo.

(Olmedilla, 2017).

Funciones de los electrolitos.

4. Función antioxidante: Para retardar o prevenir la oxidación de moléculas que generan radicales libres y causan daño a las células.

5. Acción inmunológica: Para protección contra organismos extraños como virus, bacterias, etc.

Electrolitos que intervienen en esta función:

  • Cobre.
  • Selenio.
  • Manganeso.
  • Cinc.

(Vega-Pérez et al., 2016).

Funciones de los electrolitos.

6. Función enzimática: Aumentan la velocidad con la que se producen reacciones para una función del cuerpo.

7. Transporte de Oxígeno (O2).

8. Coagulación sanguínea: Formación de coágulos para detener una hemorragia.

Electrolitos que intervienen en esta función:

  • Calcio.
  • Cinc.
  • Magnesio.
  • Hierro.

(Olmedilla, 2017).

Funciones de los electrolitos.

9. Mantenimiento del sistema óseo y dental.

10. Regulación del pH corporal (equilibrio ácido-base).

Electrolitos que intervienen en esta función:

  • Calcio.
  • Magnesio.
  • Fósforo.
  • Sodio.
  • Cloro.

(Vega-Pérez et al., 2016).

Electrolitos.

La sangre que circula en el organismo y las células del cuerpo contienen electrolitos. 

La cantidad de electrolitos tiene que estar en equilibrio, ya que si este se modifica puede haber alteraciones en todo el cuerpo.

Los electrolitos forman parte del agua, por lo que intervienen en el equilibrio hídrico.

(Crawford y Harris, 2011).

Equilibrio de los electrolitos.

El organismo necesita un aporte adecuado de agua y electrolitos para realizar de manera adecuada todas sus funciones.

Al perder agua, por medio de la sudoración o por la orina se pierden electrolitos, por lo que es necesario consumir a diario las cantidades que se pierden de estos.

(Garro, 2017).

Dato curioso…

Cuando una persona no ingiere suficiente agua, el cuerpo no mantiene una temperatura estable, debido a que el organismo no cuenta con suficiente agua para el proceso de sudoración.

Si el cuerpo llega a una temperatura de más de 40 °C, se le conoce como golpe de calor.

(IIAS, 2018).

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