La coordinación requiere del manejo de posturas, posiciones y actitudes que permitan adquirir el equilibrio corporal, por lo que desarrolla capacidades motoras.
Las habilidades de coordinación constituyen la base del movimiento.
(Herrera y Romero, 2019).
Las capacidades de coordinación favorecen la eficiencia y la adaptación del movimiento en diversos entornos.
El sistema nervioso central y la musculatura esquelética son los encargados del aprendizaje del movimiento.
(Solana y Muñoz, 2011).
El entrenamiento de coordinación en los deportes desarrolla el rendimiento, para requerir menos esfuerzo físico y fuerza al realizar los movimientos.
(Herrera y Romero, 2019).
Los beneficios del entrenamiento de coordinación son:
(Solana y Muñoz, 2011).