Se considera actividad física de intensidad leve cuando el esfuerzo de la actividad incrementa un 30 a 40% de la frecuencia cardíaca en reposo y se realizan movimientos suaves.
(Domínguez et al., 2020).
Algunos ejemplos son:
La persona que realiza una actividad física leve puede conversar mientras lleva a cabo la actividad.
(Barrios et al., 2014).