Actividad física moderada.

El nivel de actividad física moderada requiere un esfuerzo que acelera de forma perceptible del ritmo cardíaco. Aumenta la frecuencia de la respiración y el calor corporal, además puede llegar a producir sudoración.  

Algunos ejemplos son:

  • Caminar rápido o trotar.
  • Bailar.
  • Hacer labores de jardinería.
  • Tareas domésticas (barrer, trapear).
  • Juegos o deportes.
  • Pasear y/o jugar con las mascotas.

(Centers for Disease Control and Prevention, 2020b; Ministerio de Salud y Secretaría Nacional del Deporte, s.f.).

Una forma de identificar la intensidad moderada.

La persona que realiza la actividad física moderada es capaz de mantener una conversación, pero con cierta dificultad mientras realiza la actividad.

(Barrios et al., 2014).

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