El ser humano debe mantener un equilibrio entre la energía que obtiene a través de los alimentos y la energía que gasta.
(Chaves, s.f.).
Las personas sedentarias consumen más energía de la que gastan, por lo que la energía sobrante se convierte en grasa y produce un aumento de peso.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60% de la población mundial es sedentaria.
En promedio los adolescentes pasan 8.2 horas sentados al día.
(Secretaría de Salud, 2015).