En la adolescencia puede presentarse un desequilibrio en la autoestima reflejándose en una percepción corporal negativa y en excesos o deficiencias alimentarias, por lo que es necesario prevenir riesgos.
Las pláticas sobre la conducta alimentaria, educación nutricional y psicológica podrían ser de vital importancia y ayudar en la prevención de TCA y de otros trastornos.