La imagen corporal es la representación mental y consciente que cada persona construye y percibe de su cuerpo.
Esta se refiere a la configuración global del individuo y es influenciada por múltiples elementos como los perceptivos, cognitivos, conductuales, emocionales y culturales.
(Duno y Acosta, 2019).
La imagen corporal es construida a partir de la historia psicosocial de las personas, además depende del autoconcepto y de la autoestima personal, por lo que es considerada móvil y variable durante la vida.
(Duno y Acosta, 2019).
La imagen corporal en la adolescencia es motivo de preocupación y la no aceptación de su representación corporal puede favorecer a desarrollar la insatisfacción corporal y mayor riesgo de desarrollar un TCA.
(Duno y Acosta, 2019).
Una imagen corporal negativa genera:
Estas conductas de riesgo pueden asociarse a malnutrición, trastornos psicológicos y de la alimentación.
(Duno y Acosta, 2019).