(Ávila-Alpires et al., 2018; Organización Mundial de la Salud [OMS], 2021).
1. Desequilibrio de energía entre calorías que se comen y las que se gastan.
2. Aumento de las porciones y del consumo de alimentos ricos en azúcares y grasas.
3. Disminución de la actividad física.
Este riesgo puede disminuir con una correcta alimentación, actividad física, buena hidratación y cumpliendo con las horas de sueño.
(Fundación Aprende con Reyhan, 2020).
(Fundación Aprende con Reyhan, 2020).